El 25 de mayo de 2018 entró en vigor la nueva ley europea de protección de datos personales, conocida como RGPD, que refuerza la obligación de informar a los usuarios y exige una mayor transparencia en cuanto al uso de dichos datos. Hay que tener cuidado, porque los datos de geolocalización, si bien no se consideran datos personales, entran en esta definición si se refieren a personas directamente identificables o no naturales. Por consiguiente, las empresas que utilizan esa información de geolocalización están obligadas a cumplir las nuevas normas de protección de datos.
La RGPD y la CNIL, dos importantes actores de la protección de datos
Desde el momento en que una empresa utiliza los datos de geolocalización de personas físicas, ya sean directamente identificables o no, está obligada a cumplir las mismas normas que las empresas que utilizan los datos personales de sus clientes. Por lo tanto, al igual que estos últimos, el tratamiento de estos datos debe ser explícito y legítimo. Es decir, por un lado, debe anunciarse de manera transparente. Por otra parte, la empresa debe ser capaz de justificar la recopilación de esta información.
En cualquier caso, debe obtenerse el consentimiento informado del usuario. La transparencia requiere que se explique la razón de la empresa para recopilar la información y que se obtenga el consentimiento de la persona de la que se está recopilando la información.
En todos los casos, se debe obtener el consentimiento informado del usuario. La transparencia requiere la capacidad de explicar por qué la empresa está recuperando la información y de obtener el consentimiento de la persona de la que se está recabando la información.
- cuánto tiempo se guardarán los datos. Varía según los diferentes escenarios. Por ejemplo, deben eliminarse los datos de un expediente de cliente de una persona que ha estado inactiva durante 36 meses. Por otro lado, se puede solicitar la corrección o eliminación de los datos, y en el plazo de un mes la empresa debe poder acceder a esta solicitud. Además, el consentimiento debe ser solicitado nuevamente cada año. La retención de datos no sólo concierne al marco comercial con sus clientes y prospectos, sino también a los empleados y posibles candidatos dentro de la empresa. El período de retención es de 5 años después de la finalización del contrato de un empleado, pero sólo 2 años para un candidato que no fue seleccionado durante una entrevista de trabajo.
- el propósito de la recolección, es decir, la razón por la que se recogen los datos. En general, esta información se utiliza para mejorar los procesos internos, comprender mejor el comportamiento de los consumidores, establecer estadísticas de asistencia, etc. y ofrecer servicios y productos más personalizados.
- los receptores de esta información.
- sus derechos con respecto a la recopilación de esta información. Ya sea de corrección, de oposición a la recopilación, de acceso y, por tanto, de consulta de los datos recopilados, de portabilidad o de supresión.
La Comisión Nacional de Informática y Libertades, CNIL, advierte a los malos estudiantes e impone fuertes multas administrativas a las empresas que no han implementado prácticas que cumplan con la ley de protección de datos.
La información y los derechos de los empleados: el caso específico de la geolocalización en el trabajo
En el ámbito empresarial, un empleador tiene derecho, bajo condiciones muy específicas, a utilizar la geolocalización de sus empleados. Este es el caso, por ejemplo, cuando se utiliza un vehículo de la empresa para una misión.
Un empleador sólo puede utilizar la geolocalización de sus empleados bajo las siguientes condiciones:
- Debido al tipo de transporte o a la naturaleza de los bienes transportados
- Cuando se supervisa un servicio de transporte de pasajeros o de carga
- Por la seguridad del empleado o de los bienes transportados
- Mejorar los servicios basados en las intervenciones de emergencia
- Para comprobar el cumplimiento de las normas de uso del vehículo
Además, los empleados que utilicen vehículos rastreados deben poder activar o desactivar estos dispositivos de geolocalización según sea necesario, para recoger sólo la información necesaria para el propósito de su recolección.
Cabe señalar también que el empleador no puede reunir estos datos con el fin de controlar la velocidad de los vehículos, ni tampoco puede reunir estos datos fuera del horario de trabajo del conductor del vehículo.
Se debe designar a una persona específica para que procese esos datos de vigilancia, que en principio deben conservarse durante un máximo de 2 meses. Este período puede ampliarse a 5 años en el caso de la supervisión de las horas de trabajo realizadas. Por último, la empresa debe garantizar la confidencialidad de esta información.
En cuanto al caso de la vigilancia del tiempo de trabajo, cabe destacar que sólo es posible si no hay otra alternativa a la medición del tiempo de trabajo. Si es posible una alternativa, aunque este método sea menos fiable, siempre se preferirá al sistema de geolocalización considerado "excesivo".
Geolocalización y privacidad: cómo protegerse como usuario
No es fácil ver a través de toda la información de geolocalización que las aplicaciones de los teléfonos inteligentes pueden recoger. A menudo compartimos nuestra ubicación porque también pertenece a una forma de construcción social. Al compartir un puesto ubicado en un determinado lugar, nos identificamos con un grupo social. Esta información también forma parte del proceso de creación de conciencia de marca, que una marca puede establecer y, por lo tanto, participar al mismo tiempo en la influencia de la marca.
En resumen, la geolocalización es utilizada por muchas aplicaciones, porque nos permite recoger información muy precisa sobre nuestros hábitos diarios, los lugares a los que vamos, el transporte utilizado, etc... Muy a menudo es un servicio activado por defecto en nuestros dispositivos. Más allá del hecho de que podemos encontrar intrusiva esta colección de información (que también podemos rechazar), es también una poderosa herramienta para personalizar nuestra vida cotidiana. Google, por ejemplo, almacena y analiza sus viajes en los mapas, desde el trabajo hasta la casa. Justo antes de salir del trabajo, recibirá una notificación sobre las condiciones del tráfico de camino a casa. También puede recibir notificaciones que sugieren nuevos lugares para visitar según sus preferencias. Si fue al museo la semana pasada, es probable que reciba una notificación de una sala de exposición cerca de su casa, por ejemplo.
La geolocalización es, sin duda, una cuestión importante para mejorar nuestra vida cotidiana, y tanto más importante cuanto que representa un formidable motor de crecimiento para un número considerable de empresas.
¿Pero cómo podemos controlar esta información que dejamos escapar? Es un criterio que puede generar ansiedad e incomodidad entre los usuarios, pero que puede ser controlado al 100%.
Toma el control de tu geolocalización en tu smartphone. En Android, es fácil establecer permisos de ubicación directamente en la configuración de Google. Incluso es posible ver el historial de su ubicación y reiniciarlo si es necesario. Por otra parte, en el IOS cada aplicación puede personalizarse, ajustando su configuración es posible permitir o no la geolocalización caso por caso.